Pablo M., 30 años (ex-alumno).
Desde mi experiencia como alumno de Vero puedo decir que en todos los años que llevo de estudio ella fue la única profesora que supo trasmitirme el amor y el compromiso para con el teatro desde un lugar plenamente humano. Alejado de generalidades y lugares comunes en los cuales muchas veces caí con otros profesores. Vero es una persona atravesada por dos cualidades, a mi entender, indispensables. Una es la sensibilidad para escuchar y saber llevar a un alumno en el lento, entreverado y doloroso, por momentos, proceso de aprendizaje. Porque no basta con un cronograma y una lista de ejercicios. Ella siempre supo escuchar e intervenir en el momento necesario para que se produzca eso tan difícil que es hacer carne el conocimiento y esos tiempos que para cada alumno son distintos dentro del trabajo grupal es fundamental para no solo sostener al alumno sino el contexto en el cual el alumno está desarrollando su aprendizaje dentro del grupo de trabajo. Y la otra cualidad fundamental es su amplio conocimiento técnico del método. Ya que de nada sirve lo aprendido sino se logra marcar un camino para llegar a los distintos estados emocionales. Porque cuanto más amplio son los modos para abordar y trabajar los distintos estados anímicos en los que uno se encuentra en el día a día, más posibilidades el actor tiene de superar obstáculos. Esto hace que la práctica y la teoría vayan en la misma línea cumpliendo la tarea de sostenerse mutuamente.
En mi experiencia puedo decir que Vero siempre se focalizo en pulir, en sacar lo mejor que cada alumno tiene y que lo hace único y personal.




